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De la Hispacón ’93 a la Hispacón ’13: De papeo por el Enterprise (Javier Redal)

aldebaran whiskey

Y comenzamos con uno de los mejores artículos publicados, quizá el mejor, en Hiperespacio,

De papeo por el Enterprise

, escrito por Javier Redal, uno de los conferenciantes principales de la Hispacón 2013 – Quartumcón.

El estudio de una cultura, además de su política, economía, literatura, etc., incluye también el de sus comidas y bebidas; en este artículo vamos a ver qué se come y bebe en el universo de Star Trek. En la Hispacón ’93 (la convención española de ciencia ficción y fantasía), celebrada en Gijón, se organizó una “fiesta trekkie” donde se sirvieron, entre otros brebajes, “cóctel klingon” y “cerveza romulana”; quizás algunos, leyendo esto, se animen a montar una cena trekkie…

Generalmente, los guionistas no se calientan mucho la cabeza con los nombres; cogen uno terrestre (whisky, cerveza, té, estofado, pastel…) y le añaden un nombre de estrella o planeta. Así tenemos el “brandy antareano” (Is There In Truth No Beauty?, TOS), la “cerveza aldoriana” (The Perfect Mate, TNG), el “jerez calamano” (In Theory, TNG), el “suflé deloviano” y el “té mareuviano” servidos por Guinan en The Child (TNG), el “té andoniano” que le ofrecen a Picard en el Cuartel General de la Flota (Conspiracy, TNG), o el “vino gamzain” del bar de Quark (Q-Less, DS9). Por cierto, el primer alimento extraterrestre que apareció en Star Trek fue las “manzanas kaferianas” de Where No Man Has Gone Ever (TOS), fruta favorita de Gary Mitchel, que crea algunos árboles en Delta Vega.

Una mención, al menos, merece el “brandy sauriano”, bebida de alta graduación muy apreciada en la Enterprise original. Es característica su botella ámbar de cuello curvo (originalmente diseñada por la Compañía Dickle de Tennessee, como botella de whisky conmemorativa). Cuando Kirk es duplicado en un “Kirk Bueno” y un “Kirk Malo”, a causa de un accidente de transportador (The Enemy Within, TOS), el Kirk Malo pide una botella. El brandy sauriano aparece también en episodios posteriores; aparentemente ya no se fabrica en la época de Picard, pero en el bar de Quark (en la estación Espacio Profundo 9) podemos ver varias botellas vacías, como decoración.

De papeo por la Enterprise

Kirk a punto de echarle un trago al brandy sauriano ante la mirada de Spock

¿Qué lugares hay para tomar una copa o comer en Star Trek? Están el ya citado bar de Quark, y “La Atalaya”, el bar de la Enterprise atendido por la enigmática Guinan, y situado, como su nombre en inglés indica (Ten Forward), en la cubierta “10 hacia proa” (justo debajo del borde del platillo). Hay una tercera posibilidad: bajar a la Holosección en la cubierta 11. En We’ll Always Have Paris (TNG), visitamos en compañía de Picard el “Café des Artistes” del París del siglo XXIV, en cuyo menú aparecen cosas tan inusitadas como Croissant dilithium, Targ klingon a la mode, Tribble in a blanket, o l’Antimatère Flambée (!!!) [1]. Además, en la Holosección se puede fumar [2].

En TNG, el bar de la Enterprise es no alcohólico [3]. Las bebidas contienen sintehol, un sustituto ferengi del alcohol etílico sin sus efectos nocivos. Como a Scotty, “resucitado” 75 años en el futuro (Relics, TNG), no le gusta, Data le sirve un “whisky aldebarano”, bebida alcohólica de color verde, introducida en secreto por el capitán Picard.

A propósito, en el episodio Family (TNG) nos enteramos de que los Picard son afamados vinateros; la empresa familiar, radicada en Labarre, Francia, está regida por su hermano Robert, que le reprocha haber arruinado su paladar bebiendo el sintehol de la Flota Estelar. Jean-Luc afirma que, al contrario, el sintehol lo ha vuelto más sensible al buen vino. Robert acaba regalándole una botella de Chateau Picard, cosecha del 2347.

En la Enterprise, como en las Bases Estelares de la Federación, los alimentos salen de los “replicadores”: aparatos basados en la tecnología del transportador, que descomponen una porción de materia y la rematerializan con otra estructura. Teniendo en cuenta que el 95% de la materia orgánica está formado por cuatro elementos, es obvio que así se puede obtener una increíble diversidad de alimentos a partir de una materia prima muy simple [4]. La única limitación es la del software: el replicador debe tener el modelo adecuado. Se conoce al menos un fallo en ese sentido; el embajador federal Odan no obtiene la “tónica Balso” que pide en The Host (TNG).

Sin embargo, muchos se quejan de que los alimentos replicados no saben igual que los naturales. Por eso Picard, gran aficionado al caviar, siempre lleva una reserva (Sins of the Father, TNG). Aquiel Uhnari (Aquiel, TNG) dice que la bebida típica de su planeta, el “ponche de semillas muskanas”, producida por el replicador de la Estación Relé 47 no es tan bueno como el de su madre. Incluso Deanna Troi, que siente verdadera debilidad por el chocolate (The Price, TNG), no aprecia el de la Enterprise, aunque no conoce ningún tipo de chocolate que no le guste (The Game, TNG).

Además, como todo aparato, el replicador puede sufrir averías. El “estofado kohlanés” del bar de Quark adquiere mal sabor por un sabotaje (Babel, DS9). Y en Cost of Living (TNG), un fallo hace que los pedidos de “salchicha petrokiana” sean reemplazados por “té Jestral”.

En toda serie, el espectador espera que los personajes fijos se comporten de determinada forma, incluso en la comida (Pepe Carvalho en un McDonald decepcionaría a los lectores de Manuel Vázquez Montalbán). Los de Star Trek no son una excepción.

La bebida favorita de Spock es el “Agua de Altair”; McCoy la pide en un bar en la Tierra, en ST-3: The Search for Spock (En Busca de Spock). Quizás se deba a la gastronomía vulcana, como veremos luego. En Aquiel (TNG) nos enteramos de que la bebida favorita de Geordi es el café helado; su plato favorito es la “pasta al fiorella” (Birthright, p. I, TNG). Además del caviar y el whisky aldebarano, a Picard le gusta el té Earl Grey, como se revela en Contagion (TNG) [5]. Aparte del chocolate, a la Consejero Troi le gusta el “té de raíz de valeriana” (Second Chances, TNG). Su madre Lwaxana Troi prefiere el “té Jestral” (Cost of Living, TNG). La doctora Crusher es aficionada al “macchiato”, una especie de cappuccino (The Chase, TNG)

Respecto a Worf, su plato favorito es el “pastel de sangre de rokeg” (Family, TNG); como veremos, los klingons son muy aficionados a la casquería. De postre, Worf prefiere la “tarta tarvokiana”, que prepara para dar la bienvenida al cadete Wesley Crusher en The Game (TNG). Aunque éste se pirra por el Banana Split, “tal vez lo mejor que hay en el Universo”, como dice en The Host (TNG), lo cierto es que le van todo tipo de postres. En The Dauphin (TNG), Wesley trata de ligarse a la bellísima Salia de Daled IV, encargando para ella una verdadera exquisitez: “Mousse de chocolate thaliano”, hecho con semillas de cacao de 400 años de antigüedad.

No hay muchas indicaciones de lo que les gusta a la gente de Espacio Profundo 9. A Jadzia Dax le va el estofado de berenjenas, como podemos ver en The Nagus (DS9). La cazuela de patatas, plato típico irlandés, es el favorito de Miles O’Brien. A su mujer, Keiko, no le atrae; ella prefiere la “hogaza de plancton” (The Wounded, TNG). Pero la gastronomía de Espacio Profundo 9 no acaba aquí; ya veremos el bar de Quark.

Los personajes de Star Trek cocinan a veces. McCoy prepara unas judías para Kirk y Spock en ST-5: The Final Frontier (La Última Frontera), mientras acampan en el Parque Nacional de Yosemite, guisadas según una vieja receta sureña. Su ingrediente secreto es un buen chorro de whisky de Tennessee. McCoy también elabora la “Locura de Finagle”, un potente destilado; según el propio McCoy, el mejunje lo ha hecho famoso “de aquí a Orión” (The Ultimate Computer, TOS).

Riker prepara para sus compañeros unos “huevos owon” en tortilla, obtenidos en la Base Estelar 73 (Time Squared, TNG). Ni Geordi ni la doctora Pulaski parecen encontrarlos “ricos, ricos y con fundamento”, aunque sí Worf, lo que es muy revelador.

Lwaxana Troi, en “Half a Life (TNG), prepara un “paté mantickiano” para el Dr. Timicin y el equipo de ingeniería de la Enterprise. Y en Ménage à Troi (TNG), ofrece un “Fizz Arcturiano” (una bebida amplificadora del placer) al ferengi DaiMon Tog, que la retiene en su nave.

Data no come, pero en Data’s Day (TNG) elabora el “suplemento felino 47″ para su gato Spots. Y en Conundrum (TNG) le prepara un “Crepúsculo Samariano” a Troi, tras perder una partida de ajedrez 3-D con ella. Esta bebida es transparente, pero se vuelve multicolor al golpear levemente el borde del vaso.

Hablemos ahora de las diferentes cocinas planetarias. El único plato típico vulcano conocido es la “sopa de plomeek” (Amok Time, TOS). La enfermera Chapel le prepara un plato a Spock y éste lo arroja contra la pared. No debe entenderse como una crítica; Spock era presa del “pon farr”, ese estado en el que los vulcanos pierden el control de sus emociones. No obstante, que Spock prefiera el “Agua de Altair” a una bebida de su planeta revela la pobre tradición culinaria vulcana, como confirma el hecho de que Perrin, esposa del embajador Sarek, no puede encontrar en Vulcano ni un simple té de menta (Unification, p. I, TNG).

No sabemos mucho de Betazed. En Ménage à Troi (TNG) aparecen las “bayas utta”, frutos semejantes a arándanos, procedentes de dicho planeta.

De los romulanos, lo más conocido es la “cerveza romulana”, una bebida azul de alta graduación. McCoy le regala una botella a Kirk en ST-2: The Wrath of Khan (La Ira de Khan). La cerveza romulana provoca una situación tensa en la recepción del canciller Gorkon, como vemos en ST-6: The Undiscovered Country (Aquel País Desconocido) [6]. El plato típico romulano es el “viinerine”, que casi delata a Troi al confundirlo con otro, mientras está infiltrada entre ellos disfrazada de romulana (Face of the Enemy, TNG).

Existe abundante información sobre la cocina klingon. Cuando Riker presta servicio en la Pagh (A Matter of Honor, TNG), primer oficial de la Federación que sirve en una nave klingon, tiene ocasión de paladear delicias como “garra de pipius”, “pulmón de bregit”, “corazón de targ” (una especie de jabalí), o el “pastel de sangre de rokeg” favorito de Worf. Y el más deleitoso yantar klingon: los “gagh” o gusanos serpiente. Se comen en estofado o crudos… y mejor aún vivos. Riker afirma que le gusta todo, y Picard dice ser aficionado a los “gagh” en Unification, p. I (TNG); refinado gourmet como buen francés, es más creíble en su caso. Es de suponer que Picard los prefiere regados con un buen “chech tlhutlh” [7], bebida alcohólica que Worf obtiene en La Atalaya (Up the Long Ladder, TNG), o tal vez con “warnog”, la cerveza klingon (Rightful Heir, TNG).

Gagh

Gagh

Comer gusanos vivos es la idea que los guionistas de Star Trek parecen tener de un plato exótico. Los antideanos comen “vermícula” (Manhunt, TNG), y el plato típico ferengi son las “larvas” (tube grubs), que también se comen vivas (The Nagus, DS9), quizás guarnecidos con “judías lokar” (Move Along Home, Progress, DS9).

Ambas especialidades ferengi pueden degustarse en el bar de Quark, junto con muchas más de muchos planetas. He aquí un menú cardasiano: “estofado sem’hal” (Duet, DS9), condimentado con “salsa de yamok” (Progress, Duet, DS9), acompañado por una botella de “kanar” (The Wounded, TNG), y rematado con un “pastel larish” (The Storyteller, DS9) [8]. Por contra, los enemigos y víctimas de los cardasianos, los bajoranos, no pueden encontrar en el bar de Quark otra cosa que la “sintecerveza” (synthale), a la que Quark pone muchos reparos: “No confíes en la cerveza de un pueblo temeroso de Dios” (Emissary, p. I, DS9).

Otros: el “parthas a la Yuta” es un plato acamariano, hecho de la raíz carnosa del parthas condimentada, y creado por Yuta, la ministro de la Soberana Marouk (The Vengeance Factor, TNG). De Turkana IV, el planeta natal de Tasha Yar, es la “sintecerveza telluridiana”, bebida muy apreciada tras el colapso de la civilización, y un bien tan escaso como para robarlo (Legacy, TNG).

Y, para acabar, mencionaremos el “haggis”, un exótico manjar del planeta… Tierra. Se trata de un plato escocés, compuesto por tripas de cordero rellenas de carne y avena (The Savage Curtain, TOS). Por cierto, se menciona también en la película “Los Inmortales” (Highlanders).

Además de las especialidades mencionadas, en el bar de Quark pueden servirnos un “aperitivo Modela”, original bebida compuesta de dos capas de líquido (Dramatis Personae, DS9); un “Vagabundo Estelar” (Babel, The Storyteller, DS9); el “pudding de especias I’daniano”, postre altamente calórico (Babel, DS9), un “raktajino”, café helado (The Passenger, DS9), o el “jugo Trixian de burbujas” que Varis Sul arroja a la cara de Quark (The Storyteller, DS9). Además, en el kiosko de la Galería se puede comprar un “jumja”, caramelo con palito hecho de la savia dulce del árbol jumja, que le gusta a Miles O’Brien (A Man Alone, In the Hands of the Prophets, DS9); o el “té tarkaleano” que se vende en el Replimat de la Galería (Past Prologue, DS9). La verde “cerveza Seev maraltiana”, por el contrario, es difícil de conseguir: forma parte del stock privado de Quark (Duet, DS9).

Volviendo ahora a la Enterprise, veamos qué otras bebidas sirve Guinan en La Atalaya y que no están incluidas en los apartados anteriores: la “escarcha tamariana”, bebida dulce que aparece en Hero Worship (TNG); el “jugo de papalla”, aconsejada por Guinan para los niños (Imaginary Friend, TNG; debes pedirlo “con burbujas extra”). Y su original “aperitivo Tzarzak”. El punto de vaporización de esta bebida está unos grados por debajo de la temperatura corporal; así que se evapora sobre la lengua, permitiendo apreciar mejor el aroma (Time’s Arrow, p. I, TNG).

Finalizaremos con tres curiosidades más de la gastronomía trekera. La “tortilla púrpura” de Imaginary Friend (TNG), que se prepara con zumo de uva y huevos. El “chupasal”, barra de cloruro sódico cristalizado (Unification, p. II, TNG). Y los remedios caseros de la tía de Picard: té de jengibre contra el resfriado (Ensign Ro, TNG), y leche con nuez moscada contra el insomnio (Cause and Effect, TNG).

Mucho impulso warp, mucho phaser, pero la sofisticada tecnología del siglo XXIV no puede con las recetas de tía Adela…